"Que cada verso sea una llave que abra mil puertas". Huidobro

"Que cada verso sea una llave que abra mil puertas".    Huidobro

domingo, 8 de marzo de 2009

Lery Laura Piña

El arte de la vida conjuga en Lery Laura su ejercicio donde entretejen las formas los puntos de su llama. El sur teje en su sangre hondos perfiles donde la soledad cuaja en sus olas. Rueda por tierra el agua de su alba y va subiendo a tarde la lluvia de su ayer. Una palabra que fluye del lirismo y en su latido fluye hacia el futuro.

M.A. Jiménez





Poemas


I

Allá
las gotas dejan las almas
para ocurrir como olas
que se aferran
a cualquier orilla
las mujeres
tienen astros en los gritos
nunca es tan viejo el dolor
como allá
a esta hora

escucha
en mi pecho
los fantasmas ríen
con una ligereza imperdonable

los anhelos mueren
abiertos
en la sabana infinita
del alma

nadie sabe si miento

a veces mi sobra persigue sombras
y tampoco sé
al fin
qué es el ocaso


II

nadie me dijo
que estos pequeños ojos
no tienen puertas

Envidio
las lágrimas
que se preparan
para salir esta noche

Lery Laura Piña

Rosalina Benjamin

Apasionada de la poesía. Su fuerza se encuentra atada a ese sentimiento rocoso de la tristeza que ha aprendido a sobrevivirse a si misma. Sus textos suscitan la exaltacion de la pluma critica y al leerlos nos hacen experimentar un verdadero "desorden de todos los sentidos."

CLEVF

Poemas
Lluéveme, mar, como otras noches
córreme cielo entre las puertas abiertas
¿Quién habría sido yo sin este ocaso?
¿Quién haría manar el aire hasta tu oído?

Mójame, sol, a cal y canto
quiero 213 llamas sobre mi
y amanecer otro verano como éste
adolorida
de carne al cielo
con la piel hecha cenizas
como una carcajada de cuerpo entero
como un vapor clandestino que trasciende
desde las barbas del viento hasta mis pies sin excusas

Báñame así, a sombra limpia
vuélvete niño, placer abajo
y mátame azul, impunemente
sin esperar mi grito
Puéblame toda,
hasta la raíz de mis pudores más antiguos
sin razones
sin complicados argumentos
cúbreme hoy,
y crezca en mi la savia cruda
de tus olas invasoras.

Rosalina Benjamin